Construido en 1853, a 138 m. sobre el mar, protege una de las costas más peligrosas. Es el faro más occidental y emblemáticos de Europa, considerado tradicionalmente como el cabo del fin del mundo.
Este edificio forma parte de un interesante conjunto de la arquitectura farera. Tiene categoría de faro de primer orden. Originariamente funcionaba con lámpara de aceite, después de diversas reformas se electrificó con lámparas de incandescencia, emitiendo un destello cada cinco segundos con un alcance para tiempo ordinario de 31 millas marinas (57 km).
El edificio anexo al faro es la Sirena popularmente conocida como la Vaca de Fisterra, por el sonido que emite.
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